TAI CHI, CHI KUNG Y MEDITACIÓN
El Tai Chi es un arte marcial que combina el movimiento lento, atento y centrado con la respiración, para ayudar al cuerpo y a la mente a relajarse, sanar, nutrirse y armonizarse.
El Chi o la energía vital es generada por los órganos internos y circula por el cuerpo para quedar después almacenado en las capas de tejido conjuntivo y proteger los órganos internos del cuerpo, por eso combinamos primero el Chi kung para incrementar la energía vital en los órganos y potenciar así la auto-curación, para después poner en movimiento toda esa energía generada y expandirlo por todos nuestros canales a los huesos, tendones y glándulas corporales.
La fuerza vital de una persona depende del buen funcionamiento de sus glándulas endocrinas de forma que nuestro cuerpo reciba un flujo armónico de hormonas. Ese flujo de hormonas fortalece el sistema inmunológico y equilibra el cuerpo y la mente.
Cuando introducimos alimento en el cuerpo que por falta de ejercicio o exceso de ansiedad no es utilizado, se convierte en grasa que se almacena en las capas externas del tejido conjuntivo. Esta grasa entorpece la circulación del Chi y los huesos, tendones, glándulas y órganos quedan faltos de energía vital lo cual, poco a poco, va generando las distintas enfermedades según dónde se manifieste esa carencia energética vital.
La práctica del Tai Chi y el Chi Kung ayudará a fortalecer el cuerpo, activar el sistema sanguíneo, nutrir los músculos, tendones, huesos y órganos, equilibrar y vitalizar el sistema nervioso, favorecer el centramiento personal alineando el cuerpo con las fuerzas de gravedad, facilitar el proceso de arraigamiento para que un@ pueda sentirse segur@ ocupando el lugar que le corresponde, liberar las emociones negativas y serenar la mente.
Empezamos soltando las articulaciones, para que la energía fluya libremente por el cuerpo, luego, a través de ejercicios de Chi Kung (gimnasia energética china), nutrimos los órganos del cuerpo, fortalecemos la espalda y energizamos con diversas técnicas de respiración, el cinturón pélvico, la caja torácica y las cervicales, para a través de los movimientos armónicos del Tai Chi, favorecer la elevación de la energía a lo largo de la columna vertebral. Esta energía nutre el cerebro, favoreciendo la capacidad de estar activ@ de una manera serena y relajada en la vida cotidiana.
Finalizamos con diversas técnicas de meditación y respiración para armonizar la mente y el espíritu.