LA ENERGÍA SEXUAL Y EL PENSAMIENTO CREADOR
La vida empieza en la unión de la energía masculina, el semen, que representa la mente, el pensamiento y la energía femenina el óvulo, que representa la energía creativa. De la unión de ambos nace el hijo, el pensamiento creador.
La energía sexual nos ayuda a unificarnos con nuestro espíritu en el camino hacia la autorrealización. El espíritu se ancla en el cuerpo a nivel celular y la energía sexual nos insta a elevar nuestra vibración, equilibrando nuestras emociones y pensamientos, para que la energía Kundalini pueda elevarse.
A medida que despertamos nuestra consciencia, observamos los miedos, creencias y bloqueos internos a nivel propio y familiar, para ofrecernos la posibilidad de trascender las viejas polaridades que nos mantienen en un estado de insatisfacción, y expandir nuestro nivel de consciencia, para vivir nuestra sexualidad y la vida, con sus diversas situaciones y relaciones, de forma coherente y satisfactoria.
La energía sexual facilita el proceso de expansión de la consciencia. Se almacena en el palacio ovárico y en el palacio seminal y luego, se expande por todo el cuerpo vía la columna vertebral. Paulatinamente, asciende chakra por chakra, y en su paso, va modificando nuestro ADN, ya que en este proceso, vamos integrando nuestros pensamientos, sentimientos y acciones, en una actitud coherente y satisfactoria para un@ mism@.
La energía Kundalini nace de la consciencia de la madre tierra y su energía se eleva por los pies expandiéndose hacia todas las moléculas de nuestro cuerpo, aportándole energía y fuerza vital, para ascender hasta la coronilla e irradiar hacia el cosmos.
La energía sexual conecta los órganos sexuales con el cerebro mediante la columna vertebral, y cuando aprendemos a utilizar conscientemente esta energía, la vamos recolectando en el cerebro, para ser capaces de producir más sinapsis, ayudando a que la proteína se convierta en células sexuales y nerviosas.
La energía sexual, es la energía que traemos desde el nacimiento, y es la energía generativa o creativa de origen, que nutre los órganos y ayuda a realizar todas las funciones del cuerpo y de la mente.
Cuando elevamos la energía sexual a los centros superiores, transformamos nuestros pensamientos y sentimientos en virtudes o emociones positivas, expandiendo así nuestra consciencia.
Las prácticas de sexualidad sagrada tántricas, taoístas o de las escuelas de alquimia interna, nos ayudan a descubrir nuestra verdadera esencia, para ser conscientes y utilizar todo nuestro potencial interior.
La energía sexual es la energía generadora de la vida, de la nutrición, de la protección y del despertar. Es la que nos conecta con la consciencia de la madre tierra y nos facilita la integración y transformación del conocimiento ancestral. Esta energía despierta los chakras menores de los pies otorgándonos la dirección y la perseverancia en nuestro caminar. Si le ayudamos a través de la respiración, el centramiento y el arraigamiento, facilitamos su ascensión hasta el perineo, donde podemos activar la primera puerta de consciencia, que conecta el ano con la coronilla, entonces, la energía empieza a fluir hasta la cavidad pélvica y los órganos genitales, haciéndonos conscientes de nuestras necesidades, deseos, miedos y bloqueos internos, que generan emociones negativas. Es el momento de dar contención y escucha a las viejas creencias que sostienen nuestros bloqueos y miedos. Si somos valientes como para indagar, observar y sintonizar con nuestras carencias y necesidades no satisfechas, podemos recogernos y darnos desde un estado de aceptación, entendimiento, perdón e integración, el permiso para ser libres, de manera que podamos dar y recibir de forma satisfactoria y plena.
En la zona genital, la energía se activa mediante pases manuales, masajeando el sacro y los ovarios o testículos, los riñones y el pecho, y mediante la respiración profunda, condensada, inversa o en vacío, desintoxicamos el cuerpo y lo energizamos, para acceder a la información grabada en nuestra memoria celular. Así, el nivel vibratorio aumenta y nos hacemos conscientes de nuestras emociones y pautas mentales, para codificarlos de nuevo en la forma que para nosotros nos resulte más satisfactoria. Esto permite que la energía Kundalini siga ascendiendo hasta el plexo solar, donde experimentamos la integración y la transformación de nuestra historia ancestral en la elección del presente consciente. De esta manera, la energía sexual se armoniza y el útero y el palacio seminal, establecen conexión con el corazón. La energía se eleva hasta la región de los omóplatos y el pecho y conectamos con nuestros verdaderos sentimientos que provienen del corazón, y la energía sube al cerebro. Los órganos genitales respiran junto al cerebro, y el cuerpo se carga de energía, revitalizando los procesos de percepción, pensamiento, sentimiento, e intuición, ayudándonos en nuestro proceso de evolución y despertar de la consciencia en las células y órganos de nuestro cuerpo. Se activan los filamentos codificados de luz, estimulando nuevas conexiones sinápticas, que conforman nuevas formas de inteligencia, abriéndonos la posibilidad de percibir la vida de forma más creativa y satisfactoria.
La zona de la cavidad pélvica es el pivote que une la parte inferior y superior del cuerpo, y cuando la energía fluye libremente, la zona superior se nutre equilibradamente. La respiración abdominal e inversa ayudan a que la energía ascienda desde la pelvis hacia el pecho, y el masaje de los pechos, induce la regulación hormonal y así, el pecho y la zona genital se armonizan. Las técnicas de abrir y cerrar las puertas vaginales y la cavidad pélvica, aumentan la corriente de energía. Se hace un bombeo de la pelvis y el sacro y una técnica de compresión de la parte inferior del abdomen, para revitalizar el abdomen y aspirar la energía sexual hacia la columna, para que la energía suba al cerebro. El cuerpo se carga de energía hasta alcanzar el despertar energético y hacer circular la energía por los canales principales del cuerpo.
La energía orgásmica, aporta la energía necesaria para revitalizar los procesos corporales, emocionales y mentales necesarios, para despertar a la consciencia multidimensional.
La corteza cerebral es responsable de las repercusiones de los estímulos sensoriales y psíquicos acerca de nuestra actividad sexual. Ésta recibe la información y conecta con el hipotálamo, la hipófisis, el sistema límbico, la médula espinal, el sistema nervioso, el endocrino y el sistema reproductor.
El cultivo de la energía sexual mediante prácticas de respiración, meditación, regresiones y nuevas codificaciones, produce un estímulo en el hemisferio derecho del cerebro que es el responsable de la creatividad.
La creatividad fluye cuando está en armonía con la ley cósmica. La mente recoge la energía proveniente del sacro y eleva la consciencia del ser restaurando la noción de lo sagrado y creativo en nuestra vida. Las emociones nos muestran nuestras creencias y nuestra forma de percibir la realidad y cuando la energía sexual se armoniza, se restaura el equilibrio emocional y la mente despierta. Nuestro sistema de creencias nos va a mostrar qué creencias son reales para nosotros, estas son recibidas por la glándula Pineal, la cual las envía a la glándula Pituitaria, para que a través del sistema endocrino, informe al resto de los chakras, pero cuando aprendemos a percibir conscientemente, somos capaces de interpretar frecuencias superiores de consciencia y poco a poco, vamos incrementando el coeficiente de luz en nuestro cerebro.
La glándula Pituitaria tiene una carga positiva o masculina y la glándula Pineal, tiene una carga negativa o femenina, y cuando las energías masculinas y femeninas se fusionan en el cerebro, nace la consciencia multidimensional. De esta manera, conectamos con nuestra inteligencia íntegra, armonizamos los dos hemisferios y accedemos a la consciencia holográfica, para a través de la acción consciente, descender la idea creativa, hasta materializarla en nuestra vida.