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EL CUERPO DE LUZ Y EL MERKABA

El aura o cuerpo sutil es también llamado el cuerpo de luz. Tiene la capacidad de crearse continuamente a través del sistema de creencias y los pensamientos de cada un@. Nuestro cuerpo de luz nos sintoniza con la energía electromagnética de nuestro planeta. A medida que el cuerpo se va liberando de viejas ataduras, miedos y dolores, se vuelve más sutil y vigoroso, siendo capaz de procesar más información procedente de múltiples niveles de consciencia, pues ya no está condicionado a un sistema limitado de creencias y emociones. Esto le otorga la posibilidad de manejarse en una frecuencia vibratoria más alta, pues es capaz de ver e interpretar la realidad de una manera más amplia, y materializar aquello que necesita mediante su pensamiento creativo.

A medida que el cuerpo de luz aumenta su vibración, se produce a nivel del cuerpo un cambio molecular, que incide en la modificación de su ADN y su estructura física. La persona crea un cambio en el foco de conciencia, trascendiendo viejas creencias y conductas limitantes y logrando cada vez un mayor grado de equilibrio mental y emocional, pues es capaz de armonizar su pensamiento, sentimiento y acción en una unidad coherente.

El motor que enciende y activa el cuerpo de luz es la decisión de cada un@ de profundizar en el conocimiento propio y cultivar a través del amor y la entrega, la visión profunda de la vida, siendo consciente del propósito de cada acto y disfrutando en cada momento, la situación que la vida le  depare, sin juicios de valor, simplemente en la sensación interna de serena presencia.

El cuerpo de luz mantiene la conexión energética entre nosotros y la tierra, ayudándonos a arraigar en el campo energético de la tierra nuestras creaciones, fruto de nuestros pensamientos y sentimientos. El estado de coherencia interna trasciende nuestras dualidades internas y la persona recupera su libertad interior, siendo capaz de moverse a través del tiempo y el espacio a otras dimensiones más sutiles y establecer contacto con civilizaciones de la intratierra y los seres de luz que habitan en las dimensiones superiores de consciencia. La capacidad de desplazarse con su cuerpo astral, le permite a la persona conectar con otras dimensiones de realidad, comunicándose conscientemente, para adquirir el conocimiento necesario para su propia sanación, y la guía intuitiva apropiada para evolucionar en su vida.

El Merkaba nos proporciona la posibilidad de abandonar el universo kármico, atravesando el Alfa y el Omega y conectándonos a la realidad multidimensional de nuestro ser.

El Merkaba es un campo de energía basado en la geometría sagrada que habita el aura, alrededor del cuerpo físico, y nos conecta con la energía electromagnética que mantiene en equilibrio nuestro planeta. Cuando activamos nuestro Merkaba, producimos unas ondas vibracionales de forma que empezamos a resonar con la energía de nuestro alrededor. Esta vibración energética nos permite realizar el salto cuántico dimensional, pues la red electromagnética multidimensional que conforma el Merkaba nos permite viajar astralmente hacia el pasado, el futuro y otros planos y dimensiones de consciencia, guiados por nuestro yo superior o espíritu.

Los ejercicios de respiración y visualización, los códigos numéricos, mantras, la geometría sagrada y la activación de los chakras y puntos energéticos del cuerpo, son las herramientas que utilizamos para activar nuestro cuerpo de luz y el Merkaba, pero sobre todo, es el cultivo del amor, la aceptación y la integración de la personalidad en el propósito del espíritu, lo que va a facilitar este despertar de la consciencia. En este proceso, la energía kundalini del sacro despierta y se eleva hacia el corazón, despertando a su paso la glándula Timo y el corazón eterérico y ascendiendo a la cabeza para activar la glándula Pineal, Pituitaria y Rima. Una vez activado todo el canal, el cuerpo de luz despierta y el Merkaba nos permite interactuar entre la tercera y quinta dimensión de la consciencia.