El chakra de la garganta está regido por la vibración y el sonido. A través de la garganta la vibración y el sonido se propagan en el cuerpo afectando a los huesos, tendones, músculos y todos los órganos y sistemas del cuerpo.
Es el centro energético que ayuda a purificar los pensamientos y sentimientos.
Cuando el chakra está equilibrado, adquirimos la comprensión global de las situaciones que se nos presentan en la vida, siendo capaces de ver con claridad el marco de las relaciones desde una visión circular, tomando consciencia de nuestra parte, la parte del otro y la lección de vida que nos une. Esta comprensión proviene de una escucha interior, que es capaz de fluir en el exterior, creando un diálogo desde la honestidad y la verdad interior, sin herir, criticar ni exigir en el proceso de interacción.
Esta capacidad de hablar, supone el equilibrio entre la escucha y la expresión, la confianza en el otro y la capacidad de observar y planificar en base a una visión global. En este proceso, dejamos de culpar y recogemos nuestro poder personal, para recibir lo que nos llega y asimilarlo, de manera que seamos capaces de tomar decisiones desde nuestra integridad.
La escucha de la voz interna nos permite desarrollar el estado de gracia. En este estado, parece que todo lo que uno quiere, también lo quiere el universo, pues al ser capaces de colocarse en un estado receptivo, la persona se deja fluir desde la intuición del corazón, conjugando la intención, la palabra y la acción, haciendo uso de su libre albedrío.
El quinto chakra nos ayuda a crear nuestra realidad, y en el proceso de manifestación, vamos integrando todos los chakras. Primero recibimos una intuición, que es una manifestación de la luz y la consciencia, esta vibración se propaga por el éter, y nos hace resonar con unos sentimientos que inician el proceso de compromiso, luego se manifiesta el elemento fuego, cuando sentimos la motivación y la voluntad para llevar a cabo esa intuición,el aire que nos aporta la capacidad de imaginar y traducirlo en una idea, el agua nos ayuda a fuir y a adaptarnos a lo que sentimos y pensamos, y a través del elemento tierra, materializamos aquello que deseamos.
La acción física del quinto chakra se materializa en la capacidad de comunicarnos, la acción mental en la fluidez de nuestros pensamientos, la acción emocional en la originalidad y la fuerza interior y la acción interna en la seguridad con la que nos manifestamos.
Si el chakra delantero está abierto, nos expresamos abierta y sinceramente, dejando de culpar a las situaciones y personas. Si está cerrado nos cuesta recibir y no tomamos lo que nos dan, preferimos dar a recibir. Si el chakra trasero está abierto, tenemos éxito en nuestro trabajo, pues desarrollamos nuestra vocación con entrega, pero si está cerrado, tendemos a ocultarnos, no nos gusta exponernos y terminamos abortando nuestros proyectos.
Si el chakra está hipoactivo, tendremos problemas de audición, tartamudeo, bocio, cambios de ánimo, depresión, ansiedad, incapacidad de confiar en las propias ideas, rechazo a lo nuevo, falta de autoestima, incapacidad para expresarnos en público, introversión, ronquera, dolor de garganta, problemas de tiroides, resfriados, problemas del sistema inmunológico y linfático.
Si el chakra está hiperactivo habrá una tendencia a chismorrear, hablar sin parar, tendencia a ser verbalmente agresivo, falta de filtro entre el pensamiento y la expresión, incapacidad de guardar secretos o de mantener la palabra, tendencia a decir mentiras, falta de conexión con el propósito de la vida, mostrando una personalidad agresiva y dominante, problemas con la tiroides, tensión en las mandíbulas, irritaciones y problemas de la garganta, pecho y espalda.
Si el chakra está equilibrado la persona es capaz de crear un diálogo abierto, participa activamente en la interacciones creando relaciones beneficiosas, la persona confía en la vida y en los otros, es capaz de expresar su verdad sin herir ni criticar, escucha con paciencia, sin emitir juicios, da y recibe en equidad, es amable, intuitiva y creativa.
El quinto chakra se relaciona con el segundo, pues el quinto chakra expresa la creatividad de las ideas y el segundo de las emociones. En el quinto se reciben las intuiciones del espíritu, mientras que en el segundo se manifiestan en la realidad.
El quinto chakra en la Cábala está representado por la séfira Hesed que sostiene la efusión de la energía divina expansiva y constructiva, capaz de llevar las cosas a su máxima expresión a través del desarrollo de nuestra presencia e integridad, siendo capaces de recibir las intuiciones a través de la sintonización con los arquetipos del inconsciente colectivo, siendo un canal limpio que se expresa a través de la devoción y la generosidad.
La séfira Gueburah nos otorga el poder para concentrar nuestra energía a través de la capacidad de discriminar, poner límites y elegir conscientemente dándonos cuenta de las consecuencias de nuestras acciones. Los dos sefirot se equilibran en la séfira Daat, y cuando está armonizada, indica que hemos sido capaces de equilibrar nuestra intuición y entendimiento, desarrollando nuestro talento desplegando una relación inteligente y creativa con el exterior, siendo capaces de plasmar nuestras intuiciones a través de un proceso de introspección y el desarrollo de las virtudes del alma: la transparencia, ecuanimidad, fidelidad, autenticidad, templanza, diplomacia, claridad, precisión, profundidad y fuerza interior.
Vishudda está en relación con el elemento éter que es el portador del sonido, el transmisor de la información de todos los planos de conciencia, sin embargo, se accede a él a través del cultivo del silencio interior para ser capaces de percibir.
Se desarrolla a través de la creatividad ya sean los cánticos, mantras, bailes, dibujos, geometría, mudras, cuentos, teatro o cualquier otro medio de expresión.
Su geometría es el dodecaedro, el pentagrama y la pentaflor, y a través de la meditación y la contemplacion de las geometrías, podemos reprogramar nuestro ADN a la frecuencia de la luz.