Taller intensivo La Muerte como consejera. Calaveras y mariposas.(Muerte y renacimiento)

Que todos moriremos no es ningún secreto. Es una certeza. Llega un momento en que nos toca confrontar nuestra disolución personal o la de otros seres acaso sin jamás habernos hecho algunas preguntas. Otras veces vivimos una vida carente de sentido sosteniendo vínculos y hábitos que no nos aportan ni bienestar ni felicidad y sin embargo vamos postergando nuestra necesidad de cambio a un hipotético futuro como si fuésemos inmortales y dispusiésemos de todo el tiempo del universo. ¿Cuál es el sentido que ahora mismo tiene mi vida? ¿Qué es la vida en sí y qué es la muerte? ¿Estoy ahora mismo preparado para la muerte? ¿Tengo asuntos pendientes?
La Muerte posee varios poderes, como el de aislarnos y ocultarnos permanentemente, rompiendo la interdependencia e interconexión entre los seres y cuanto más la negamos, ignoramos o miramos hacia otro lado, con más fuerza se presenta la disolución revelando que la red de unidad es frágil.
La Muerte deshace la continuidad de nuestra historia personal, que es una continuidad compartida con amistades, familiares, hijos, madres, padres a través del tiempo.
Por eso sentimos dolor cada vez que la continuidad de nuestra historia personal se ve afectada o ha sido destruida, sometiendo a algunas personas a la desesperación y la angustia bajo la forma de la pena, la desolación la ignorancia o la neurosis. En su estado de máxima expresión se manifiesta como una carencia de discurso efectivo, el aislamiento de los otros, renunciamiento a la libertad. Vivir una vida de esta forma es muy semejante a estar muerto.
Se elige la pena o se elige la vida. No hay más opciones.
Si elegimos la vida no obstante la muerte sigue esperándonos, no es algo que podemos pasar por alto. Entonces tenemos que hacernos de recursos y habilidades para estar todo el tiempo en el filo de la navaja sin que por ello dejemos de ser felices y plenos de manera sostenida. Esto es posible. Dejar el miedo a dejar de ser «lo que somos» para convertirnos en «otro» desconocido. Abrirnos a otros caminos, aprender de aquello que nos tiene atrapados en esta vida. Atravesar con conciencia la frontera, la raja entre los mundos, la membrana que separa la vida de la muerte para aprender de ese otro Yo que nos habita y nos conduce a una vivencia más vasta y sabia.
Porque en el camino chamanismo se trata de conocer y saber, Ver para sanar. Experimentar para creer y entrar con conciencia en los estados de la disolución del Yo y de sus vínculos existenciales. Comprender la forma como estamos viviendo para abandonar lo que no nos sirve y soltarlo, rehaciéndonos a nuevos caminos. Renacer y recomponernos desde la muerte de los seres, de los fenómenos. La mariposa que se ha posado sobre la calavera. Ver al monstruo cara a cara anticipada y valientemente. Como un guerrero hacer la danza frente al último testigo de nuestra existencia en este plano terrenal.
La muerte no es una justiciera injusta, ni es un castigo, ni nos empapela a una experiencia vana y carente de sentido, meras figuras danzando ante un espejo. Esta es solo una apreciación limitada por la ignorancia y siglos de programación de mercaderes del miedo. La muerte es transformación, como la mariposa. Es sabiduría si sabemos hacer las preguntas convenientes y estamos abiertos a abrazar el cambio. Te invito a que juntos en este taller, hagamos algunas de las preguntas, obtengamos respuestas y abracemos el cambio.
Objetivos del taller
Entrar en los estados de realidad no ordinaria mediante viajes chamánicos, y otras técnicas para afrontar con conciencia y anticipación a la muerte y el cambio que supone, sin esperar a que llegue el final de nuestra existencia.
El último viaje. Nuestros legados. La danza del guerrero lúcido ante el último testigo, la muerte.
Observar y presenciar el proceso de autodisolución de nuestro Yo (Personalidad) atestiguando nuestra muerte corporal (ver nuestro propio esqueleto), la sensación de separación, poniendo en evidencia la interconexión e interdependencia con los demás seres y la consiguiente liberación y ampliación que sigue al mismo en una continuidad más alta. La libertad de la transcendencia.
Renacer tras el cambio. Otro Yo ampliado. Fundiéndonos con el Otro Yo.
Aprender a morir a aquello que ya no nos sirve (Relaciones, hábitos, conductas, creencias, programas limitantes) propios o heredados. Asuntos pendientes con nuestros familiares y ancestros. Llevando sanación a nuestro clan.
Ruedas de sanación. Viajando para otros. Acompañamiento en la pena.
Viajar al país de los muertos, liberando almas atrapadas. Bote espiritual vapor del viento.
Preguntar a la naturaleza acerca de nuestros propósitos y nuestro paso por la existencia terrenal.

¿Qué debemos traer?
Instrumentos musicales (maracas, instrumentos de percusión, viento, etc).
Ropa cómoda, ropa de monte, zapatillas de trekking, chubasquero y abrigo. Esterilla, saco de dormir o sábanas. Una sábana blanca. Flores.
Tus objetos de poder, amuletos, y todo aquello que precises para sentirte acompañado por tus guías espirituales si los tienes.
Muchas ganas de crecer y aprender.