El pentagrama representa el lenguaje de la emoción como camino de la evolución del alma, donde cada pensamiento y cada emoción se refleja en la estrella, y cuando conseguimos unir las polaridades, la consciencia del corazón se vuelve creadora, unificando la idea y el deseo del corazón en la consciencia de unidad.
También representa el estado de salud que alcanzamos cuando el cuerpo y el espíritu están en armonía.
Entre sus cualidades están la capacidad de transformación del ser humano, adaptándose a las diversas situaciones de la vida. La capacidad de experimentar nuevas aventuras, deshaciéndose de viejas ataduras y limitaciones, y disfrutar de la vida en toda su plenitud a través de la acción consciente, la voluntad, la determinación cuando hay obstáculos, la libertad de un espíritu emprendedor, la creatividad cuando la persona se entrega devocionalmente a lo que está viviendo, la búsqueda interna y la fuerza interior, hasta alcanzar el equilibrio entre el cuerpo, la mente y las emociones.
Este símbolo adopta la forma de un vórtice o portal, que nos permite adentrarnos en las dimensiones del corazón, para que el alma se pueda conectar a la realidad física, de forma que pueda experimentar la vida.
El pentágono contiene la medida de las proporciones armónicas de la sección áurea. Está representado en las caras del dodecaedro y el pentagrama, es la estrella que se forma cuando unimos los vértices alternos de un pentágono. Al trazar las diagonales internas de un pentágono, dibujamos la estrella pentagonal que se relaciona con el hombre con sus 5 extremidades: cabeza, dos pies y dos manos, 5 dedos de los pies y manos, 5 sentidos, 5 elementos: fuego, tierra, aire, agua y éter y los 5 órganos.
La tierra está representada en la punta inferior izquierda de la estrella y representa la capacidad de materializar y la resistencia física
El fuego está representado en la punta inferior derecha y se relaciona con el valor, la fuerza y la osadía
El agua en la punta superior derecha y representa las emociones y la intuición
El aire en la punta superior izquierda representando el mundo de las ideas y las creencias.
El espíritu está situado en la punta superior y simboliza la deidad, lo divino, el espíritu de todo lo que es.
El círculo que lo rodea representa el espacio sagrado en el cual el espíritu controla a los 4 elementos.
El pentagrama muestra el dominio del espíritu sobre los elementos de la naturaleza.
El Tetragrammaton, también llamado la estrella flamígera o el pentagrama esotérico, es un símbolo o talismán de poder usado en las ceremonias sagradas.
Está representado por un círculo y la estrella de 5 puntas. Dentro de la estrella, en la parte superior está el símbolo de Júpiter, el padre de los dioses, también llamado Dios del Olimpo. Fue hijo del Dios Saturno al que derrotó. Fue venerado como el dios de la lluvia, el rayo y el relámpago.
En Roma fue respetado como guardián de la ley y defensor de la verdad y la justicia, y en Grecia fue llamado Zeus o Dios supremo.
Debajo del símbolo de Júpiter están los ojos de Horus, que simbolizan los ojos del espíritu divino o el ojo que todo lo ve. Es también llamado Udyat o símbolo de la estabilidad cósmica, y representa la magia, la sanación y el orden. Se cuenta que cuando Horus perdió el ojo en la batalla contra Set, el Hermano de su padre Osiris, para vengar la terrible muerte que su padre sufrió, Thoth le devolvió el ojo Udyat, para que pudiera actuar desde la magia y la justicia.
En los brazos de la estrella, tanto a la izquierda como a la derecha, tenemos el símbolo de Marte, que representa la fuerza de voluntad, la iniciativa del guerrer@ interior, la fuerza creativa, el deseo, el impulso, la fuerza de la sexualidad, la capacidad de gozar y bailar la vida y la asertividad.
Era hijo de Júpiter y Juno y padre de Rómulo y Remo, fundadores de Roma. Tuvo numerosas aventuras románticas y numerosos hijos tanto con Afrodita como con otras diosas.
El Alfa y la Omega hacen alusión a Dios como principio y fín de toda existencia.
El santo Grial fue la copa utilizada por Jesucristo en la última cena, y está en relación con la integración de los tres soles en el sol central del corazón.
El sello de Salomón en la zona izquierda, representa el doble triángulo entrelazado. En India se le conoce como el símbolo de Vishnú.
El triángulo con la punta hacia el cielo, hace referencia al elemento masculino y representa el fuego divino. El triángulo que apunta hacia la tierra, representa el elemento femenino y simboliza las aguas de la materia.
El Merkaba simboliza las 6 direcciones del espíritu y su centro en el corazón, unificando el espíritu y la materia.
El círculo que lo rodea representa el uróboros, que nos acerca a la comprensión del ciclo eterno de todo lo que existe.
El Caduceo de Mercurio fue un regalo de Apolo a Hermes, el mensajero de los dioses. La vara posee dos serpientes entrelazadas que simbolizan los chakras y permiten que la energía Kundalini ascienda desde el sacro a la coronilla, y se unifiquen los dos hemisferios cerebrales en nuestro proceso de iluminacion o alquimia interna.
El cetro en la zona de la izquierda, representa el bastón de los patriarcas, y está relacionado con la columna vertebral y la fuerza del canal central, también llamado en la India el fuego de Sushumna.
En la zona inferior izquierda y derecha de la estrella tenemos el signo de Saturno que representa la magia y lo material. Urano, el cielo y Gea, la tierra, tuvieron dos hijos: Titan y Saturno. Éste se caso con Rea y devoraba a sus hijos, pues para poder gobernar, hizo un pacto con su hermano mayor que le cedía su trono y la potestad de gobernar a cambio de no procrear. Rea escondió a sus hijos Júpiter, Neptuno y Plutón. Cuando Titán se enteró del engaño, encarceló a Saturno y Rea, pero Júpiter combatió con su tío hasta derrocarlo y devolverle a Saturno su lugar en el cielo. Luego después de ciertas disputas, Saturno quiso matar a su hijo Júpiter, pero este último ganó la batalla proclamándose Dios del Olimpo.
Saturno se relaciona con la maestría y la autoridad del alma. Representa las lecciones del Karma a través del tiempo, para dar forma y estructura a la existencia cotidiana, transformando las limitaciones del Ego hasta adquirir la maestría del alma.
La espada flamígera en la zona inferior, representa el genital masculino, la voluntad y la justicia, para transitar los senderos del Árbol de la vida.
La palabra Tetragrammaton hace referencia al nombre de Dios.
Los números 1 y 2 a la energía masculina y femenina, que generan la fuerza representada por los arquetipos de los números y el movimiento, necesarios para crear la vida.
Los números 1, 2, 3 conforman la base de la sociedad representada por la familia: padre, madre e hij@.
YHVH: Iod, He, Vav, He representa el nombre de Dios.
En el brazo derecho, las letras hebreas Alef, Dalet, Nun, representa a Adan, símbolo de la humanidad.
En el lado izquierdo del caduceo las letras Kaf, Tav, Resh, representan a la séfira Kether, la corona que simboliza la consciencia espiritual.
En el lado derecho del caduceo las letras Pe, Tav, Resh, representan a Patar,
que simboliza el verbo y la acción, los cuales expresan el mundo interior de la persona.
Patar y Keter hacen referencia a las 4 ciencias ocultas: Cábala, Magia, Alquimia y Medicina Oculta.
Los símbolos del sol y la luna, representan la capacidad de engendrar y fecundar, y el símbolo de Mercurio y Venus unidos, a la energía masculina y femenina que habita en cada persona, para que la alquimia pueda transformar la energía dual en energía fusionada en la ley de la unidad.
El número 5 es el número de la divinidad. También es el número del cambio, el movimiento y la dinámica, que permite alcanzar la maestría gracias a la experimentación en la vida cotidiana.
Según la Biblia, representa la gracia de Dios y se relaciona con la muerte y el sacrificio.
Para los Rosacruces, el número 5 vibra con su emblema de la rosa y la cruz, donde la cruz representa las 4 extremidades del individuo o la materia a la que se une el espíritu, representado por la rosa que se abre tras una iniciación, que nos permite regenerarnos a nivel del cuerpo, alma y espíritu.
La cruz es de oro y trebolada en sus extremos. El oro de fondo de la cruz, representa el sol, el calor, la energía de la perfección, la luminosidad de la nobleza. Esta cruz es de brazos iguales y representa a las dos energías que se cruzan marcando las 4 direcciones y el punto central. La tierra se representa abajo, el aire arriba, y el fuego en oposición al agua.
La rosa roja del centro simboliza el corazón de Dios y del ser humano unidos por el elemental de la sangre.
En el dominio del Tarot, el 5 se asocia al Hierofante, el Sumo Sacerdote o el mago del eterno que se encarga de enseñar las verdades espirituales. Su labor consiste en comunicar el conocimiento de la consciencia de los tres mundos: físico, emocional y mental. También representa la voz interna de la intuición que nos pone en comunicación con el Dios que habita en nuestro interior.
En la Cábala, representa el sendero que une Hokmah y Hesed, la sabiduría y la misericordia, pues el conocimiento de las verdades espirituales y de los caminos que conducen a Dios, son un acto de puro amor.
La Pentaflor es un símbolo constituido por 10 espirales doradas ordenadas sobre un pentágono ,de los cuales 5 giran a la izquierda y los otros 5 a la derecha, formando la imagen de la energía de la creación. Está basado en la frecuencia de Fibonacci, también llamada secuencia de vida, porque permite la regeneración y la distribución de la energía, y representa un movimiento contínuo de implosión y explosión, que permite la generación y regeneración de la materia en la existencia. Este movimiento de implosión y explosión se genera desde el vacío cuántico, que es el sustrato de toda la existencia, donde todo existe en estado potencial. Cuando la conciencia se ubica en el vacío se produce la vida, pues ella empieza a generar el movimiento de espirales áureas, que giran en el sentido de las agujas del reloj. Este conjunto de espirales forman un toroide de implosión, que permite pasar del caos al orden, para que algo pueda manifestarse. Este conjunto de espirales de energía femenina, almacenan la energía dándole una estructura y un orden, para que la energía pueda manifestarse, pero a su vez, también hay otro tipo de espirales áureas que giran en el sentido contrario de las agujas del reloj, y representan el principio masculino, cumpliendo la función de transformar el orden de nuevo en caos. Esta forma de manifestación de la energía es denominada explosión. Así, a través del vacío y la fuerza del toroide, la realidad se genera y se destruye
La Pentaflor simboliza por lo tanto, el proceso de creación del toroide en la molécula del ADN, que es la que permite la creación y manifestación de las fuerzas implosivas y explosivas que forman el portal dimensional que nos conecta con la Red de consciencia planetaria, y nos permite crear a través de la unificación de la glándula Pineal y el corazón.
El Pentágono es un polígono regular de 5 lados, con 5 vértices y 5 ángulos, con forma de casita, y su construcción sigue el trazado de la sección áurea. Se puede construir a partir de la Vesica Piscis.
El Pentagrama, es la estrella de 5 puntas que se unen cada dos vértices del pentágono, formando la figula de una estrella dentro del pentágono.
El Pentáculo es la estrella y el círculo. Es un símbolo que une todos los aspectos del hombre: el espíritu y la materia, la mente y el cuerpo.
La Pentaflor se forma en el proceso de creación del toroide en la molécula del ADN, creando espirales de implosión y explosión a partir del vacío cuántico o punto cero.
El Dodecaedro es la figura geométrica formada por 12 pentágonos regulares iguales. Son pentágonos de 5 lados conformados por la medida de la proporción áurea. Rige el espacio, la fuerza de materialización de los procesos químicos, luminosos y vitales.
El ADN es un dodecaedro desdoblado a lo largo de una doble hélice. Es de naturaleza bioacústica y electromagnética, siendo un receptor, transformador y emisor de la energía del sonido y de la luz. El movimiento se da gracias a la fuerza de la consciencia regida por el corazón, y su función consiste en armonizar y distribuir la energía.
La doble hélice del ADN, es una espiral que se combina con su espiral contrapuesta ,que se mueve en ambas direcciones al mismo tiempo. El ADN produce un campo energético que organiza el espacio que le rodea, de forma que la persona pueda recibir mensajes multidimensionales en la tercera dimensión, entrando en contacto con el Dios que habita en el interior de su corazón, y la proporción áurea (1,618…), es la proporción de la estructura del ADN que le permite a la información descender en formas armónicas, logrando la onda implosiva en su camino de regreso al punto cero.
Si conectamos los centros de las caras de un dodecaedro con lineas rectas, tendremos un icosaedro y si conectamos los centros de las caras de un icosaedro con lineas rectas, tendremos un dodecaedro. Este patrón dodecaedro-icosaedro, constituye tanto las fibras del ADN, como la base de la red de consciencia planetaria.
El ADN es una trenza en la que anidan las ondas de diferentes frecuencias de luz y sonido que enlaza las ondas del corazón con las de la tierra, las estrellas, planetas y galaxias.
Las emociones programan el ADN por la geometría, y la perfecta geometría de anidación, es la proporción dorada en el trenzado de ADN. Cuando una trenza anida en otra trenza y asi sucesivamente, la soga enroscada del ADN se vuelve de dentro hacia fuera en forma circular. El ADN tendría por lo tanto la forma geomátrica de un dodecaedro de cuatro dimensiones donde las 12 hebras se anidan una sobre la otra girando sobre un eje ,y cada giro nos permitiría entrar en la siguiente dimensión.