La Comunicación Interactiva

La cualidad de la vibración es fundamental en una comunicación interactiva. Al emitir vibraciones a través de nuestros pensamientos y emociones, podemos crear un vínculo de cooperación con otra persona o meternos en un círculo vicioso de repetición de  patrones y de conductas que generan malestar y tensión.

Encontrar la frecuencia apropiada supone que sepamos diferenciar entre los patrones que elevan nuestra frecuencia y aquellos que la reducen. Cuando favorecemos la escucha consciente, la empatía y un lenguaje amoroso ofrecemos la oportunidad de que ambos lados puedan conectar con su parte más vulnerable, sus necesidades, emociones y creeencias, sin sentirse juzgados ni mal interpretados, pues al hablar y escuchar desde el corazón, aportamos una sensación de unión, confianza, respeto y comprensión al punto de vista de cada uno.

A mi entender la primera premisa consiste en ser veraz y honest@ con un@ mism@, observando nuestra tendencia a identificarnos con nuestras ideas y defenderlas como si fueran la única verdad, intentando convencer al otro, para afianzar nuestra supuesta seguridad interna. Esta forma de comunicación resulta obsoleta y tiende a crear discordia y tensión entre las partes implicadas.

La comunicación en su vertiente interactiva, requiere tener en cuenta estos factores:

– Plantear varias perspectivas de un mismo asunto que nos permitan obtener una visión global.

– Un estado de presencia sin resistencias ni necesidad de aferrarse a ninguna oposición

– Una fluidez para permitir que sucedan asociaciones.

– Un ritmo que permita los silencios para asentar la información.

– Un discernimiento para ser capaces de sentir desde donde se dicen las cosas.

– Una empatía para poder abrirnos de corazón.

– Una aptitud receptiva para captar lo que no se ve a simple vista.

– La búsqueda de afinidad para construir entre ambos.

– Amor para generar armonía y satisfacción en el compartir.

En las palabras que intercambiamos hay energía y sino somos conscientes de qué y cómo decimos las cosas, acabamos hiriendo los sentimientos de la otra persona y produciendo dolor, y las experiencias de dolor, generan bloqueos en la memoria celular en forma de rencor. Las personas al sentirse de alguna manera atacadas o puestas en tela de juicio, repiten viejos roles, se vuelven intolerantes, desconectan de sus sentimientos, conectan con la rebeldía, el enfado, la frustración, la resignación o el miedo, y las defensas se fortalecen, proyectando en el otro la herida personal.

La comunicación interactiva en cambio, se basa en crear un equilibrio entre el dar y el recibir, que favorece el florecimiento de la intuición, la resonancia, la expansión de la consciencia y la sintonía, para crear en comunión generando una sensación de satisfacción compartida. El amor, la comprensión y el valorar lo que la otra persona dice, ayuda a que el talento de ambos emerja y nazca un proceso creativo que abra el espacio para crear desde una perspectiva más alta, conectando de este modo con la consciencia multidimensional, permitiéndonos ser canales de la energía universal.

La estrategia de sinergia permite que lleguemos al otro y podamos compartir y crear desde una unificación de fuerzas que ayudan a materializar un espacio de gozo compartido.

Hablar y escuchar desde el corazón acerca a las personas, aporta conexión, propicia el espacio donde las consciencias se encuentran en creatividad, posibilitando la creación de una unicidad vibratoria que mezcla diversas ideas y sentimientos generando un nuevo enfoque de la realidad.

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