La flor de la vida es la representación simbólica del lenguaje del universo. Expresa el ciclo de la vida en el tiempo y el espacio a través de la geometría de la forma y la proporción. Nos ayuda a entender la forma, el color y el sonido, conformando redes de luz consciencia que dan forma a la naturaleza, los seres vivos, los sentimientos, emociones, pensamientos, la música y toda otra forma de expresión. Es la fuente de todo lenguaje y el patrón que anida toda la creación.
Explica el origen del universo y de todo lo que existe. Está ligada al ciclo de la vida y nos muestra las diferentes fases de evolución de todo lo que existe. La flor de la vida tiene el siguiente ciclo: el árbol frutal hace una pequeña flor que pasa por una transformación a través de la cual se convierte en fruta. La fruta contiene dentro la semilla, que al caer al suelo, da origen a otro árbol. El ciclo empieza con el árbol, la flor, la fruta, la semilla y de nuevo el árbol. Este ciclo se repite en todos los procesos de la vida.
En geometría sagrada la flor de la vida está formada por 19 círculos en formación simétrica séxtuple rodeados por uno o dos círculos. Representa las formas fundamentales de los seres en el espacio y el tiempo. Este patrón contiene la información de cada ser vivo y su interacción en el tiempo y el espacio en el universo. Se representa como una red electromagnética formada por toroides que interconectan todo el espacio del universo.
Simboliza la consciencia del creador dentro de la esfera y nos muestra el patrón de la creación que contiene las formas de construcción de la vida proveniente de la fuente de toda vida. Toda la creación se sostiene en una sola consciencia con un único patrón geométrico. Esta configuración nos permite acceder al conocimiento ancestral que contiene la memoria celular.
El universo se engendra a través de una esfera sagrada. Es la representación del símbolo del amor incondicional presente en cada célula de todo ser. El ADN y el ARN nacieron de este patrón holográfico y por esta razón, podemos volver de nuevo a la fuente de toda creación, uniéndonos de nuevo a la consciencia cósmica. Esta esfera de luz consciencia permite expandir la consciencia aumentando la frecuencia de la luz en su interminable capacidad de girar y expandirse.
La flor de la vida conecta el mundo del microcosmos y el del macrocosmos, reconciliándose en la consciencia sagrada que equilibra las fuerzas cósmicas con las fuerzas de la naturaleza.
Todas las formas de vida tienen campos de energía alrededor del cuerpo que se acoplan a esta geometría. Cuando activamos estos campos de energía, se crean campos de fuerzas energéticas que podemos utilizar para acceder a nuevas dimensiones de la consciencia.