La tejedora representa el principio creativo al interior de todo lo que existe. Nos insta a trabajar en la verdad. Nos enseña cómo utilizar las manos para crear la belleza y la verdad en todas las formas tangibles. Esta madre es la protectora de la fuerza de vida. Nos enseña a crear un estado de salud, manifestar nuestros sueños, desarrollar y utilizar nuestros dones y tener acceso a nuestro potencial espiritual. Es la madre de los principios de creación y destrucción. Nos muestra en qué momento destruir lo que nos limita para crear algo nuevo, pero también nos enseña a cuidar nuestras creaciones y cuidar nuestra fuerza vital, para superar situaciones de estancamiento y para crear la belleza que se encuentra en el deseo del corazón. Ella es la madre a la que acudimos cuando tenemos miedo de fracasar o sentimos que no podemos expresarnos de la forma deseada. La Tejedora nos revela cómo utilizar la fuerza vital de los 4 elementos: tierra, agua, aire y fuego, mezclando los elementos según nuestra fuerza creadora. Esa chispa creadora llamada la eterna llama del amor vive en el seno de nuestra esencia espiritual. Así cuando el deseo de crear está centrado, nos volvemos capaces de ser, permitiendo a lo que somos expresarse. Ella nos muestra que cada círculo que creamos crece hasta tocar los círculos creados por todas las otras formas de vida, y nos muestra cómo bajar a la realidad nuestros sueños.
Itaca Albergue de Salud 