En la humanidad tanto lo masculino como lo femenino provienen de las 13 madres originales que se han manifestado como los diversos aspectos arquetípicos de la Madre Tierra y de la Gran Madre Luna.
Estas enseñanzas permiten profundizar en el camino del crecimiento personal, para desarrollar los propios dones y talentos personales, tomando como modelo la energía de los arquetipos de las trece madres originales. Cada una nos muestra una medicina y una enseñanza específica.
Después de la destrucción por el fuego que marcó el fin del primer mundo de amor, las trece madres originales fueron creadas como aspectos arquetípicos sanadores de la Gran Madre Luna y de la Madre Tierra. Siendo parte del sueño original, las trece madres del Clan Original vinieron a caminar a la tierra para permitir a los sueños originales manifestarse en el plano físico. Estas semillas de paz interior fueron sembrados en el corazón de todos los seres humanos para dar forma tangible a los sueños creadores. El corazón de la tribu humana había sido herido y de esas heridas nacieron el miedo y el sentimiento de separación, pues el primer mundo de amor había sido destruido por causa de la avidez de poder. Por esta razón, la humanidad, después de la época de glaciación, recibió la semilla del amor y la compasión.
En el tiempo de la glaciación, después de la destrucción del primer mundo a causa del fuego, surgió el refugio o Clan del Consejo de la Tortuga y los círculos de sanación. A partir de estos encuentros, nacieron los diversos círculos, ruedas, sociedades y clanes donde las mujeres se reunían para compartir la medicina de la vida, de la unidad y de la igualdad.
El caparazón de la tortuga nos muestra que la madre tierra nos otorga el calendario de las trece lunas. El círculo en el centro del caparazón se divide en trece, haciendo espejo de las trece madres del clan original que velan los trece ciclos lunares. La tortuga sagrada es la encarnación de la Madre Tierra y de la misma forma que el caparazón de la tortuga protege su cuerpo, las trece madres protegen el planeta tierra y toda criatura que en él habita.
Trece es el número de la transformación. Trece lunas pasan cada vez que la Madre Tierra termina una rotación alrededor del Padre Sol. Cada vez que la luna se vuelve llena, los ciclos de sanación e iluminación permiten que las semillas evolucionen.
La rueda medicinal de los Senecas de la confederación iroquesa, nos enseña el camino de meditación hacia la paz y los 12 ciclos de la verdad integrados en el decimotercero, que representa la unificación de todas las enseñanzas en el seno del corazón. Estos 12 ciclos de la verdad han sido atribuidos a los doce meses del año y el decimotercero a la cualidad del ser.
Esta medicina ha sido transmitida desde hace cientos de años en los diversos círculos de medicina de mujeres Cheroquis, las madres del clan de las Iroquesas, las del clan kiowa, el clan Choctaw, las logias negras de mujeres amerindias y muchas otras tribus. En todas las tradiciones, las mujeres se reunían en los círculos de ensoñaciones compartiendo sus visiones y sueños.
Cada madre del clan tiene su propia medicina que representa su talento y su fuerza interior. Su presencia puede ser invocada por cualquier persona que desee desarrollar esos dones en su esencia espiritual, la cual contiene la eterna llama del amor donde mora el gran misterio que se manifiesta en todas las cosas. Es la voz interior que nos guía y nos revela nuestro mayor potencial: amar y ser amorosos.
Para entrar en contacto con la presencia espiritual de la medicina de una madre de clan necesitamos entrar en Tiyoweh. Esta disciplina es la forma india de calmar el espíritu y de sentarse en tranquilidad para escuchar y recibir en soledad. La persona en estado de quietud, invita a una madre del clan al silencio de su espacio sagrado, permitiendo a la pureza de su corazón enviar esta invitación silenciosa para realizar su viaje interior. La persona entonces, abre su corazón para recibir la visión que le permita dar vida a las semillas de sus sueños.
El espacio sagrado se crea dibujando un circulo alrededor de un@ mism@. Este espacio representa nuestro cuerpo con sus pensamientos, sentimientos, sueños, visiones y el sentido de sí mism[Iads1] @. En el interior del espacio sagrado adquirimos nuestro punto de vista sagrado en base a todo lo que somos, lo que hemos experimentado y aprendido, y el mensaje de la voz interior que proviene de la llama de amor de la energía universal.
Los trece cráneos de cristal forman parte de la historia original de la tradición amerindia. Se dice que los trece cráneos de cristal representan los diversos aspectos del espíritu de la madre tierra. Se cuenta que los trece cráneos de cristal fueron creados cuando las trece madres originales, una vez establecidas las bases de sus enseñanzas, abandonaron sus cuerpos. Estos cráneos representan la sabiduría de las madres, su amor y sus talentos, para que el ser humano desarrolle a través de ellos todo su potencial. Cada cráneo contiene la totalidad de la información guardada en cada cráneo a modo de bibliotecas vivientes, mostrándonos que todas las cosas están unidas las unas a las otras conformando una totalidad.
En la tradición oral se cuenta que en aquel tiempo, en la casa del Consejo de la Tortuga, la luz se reflejaba desde la base de los cráneos y los atravesaba en la cúspide formando un arco iris de colores. La aurora boreal que aparece en el polo norte, en la parte superior de la cabeza de la madre tierra, representa la promesa de un mundo de paz reflejado en el arco iris circumpolar que representa la profecía del quinto mundo en el cual todas las razas y naciones se unen en paz.
Itaca Albergue de Salud 